
ASTRONOMIA

HISTORIA DE LOS ECLIPSES
EN EL SISTEMA SOLAR
La Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, oscureciendo a esta última. La Luna entra en la zona de sombra de la Tierra. Esto solo puede ocurrir en luna llena. Los eclipses lunares se dividen a su vez en totales, parciales y penumbrales, dependiendo de si la Luna pasa en su totalidad o en parte por el cono de sombra proyectado por la Tierra, o si únicamente lo hace por la zona de penumbra.
La Luna oscurece el Sol, interponiéndose entre él y la Tierra. Esto solo puede pasar en luna nueva. Los eclipses solares se dividen a su vez en totales, parciales y anulares. Para que ocurra esta alineación, es imprescindible que la Luna se encuentre en fase llena o nueva. Asà y todo, como el plano de traslación de la Luna alrededor de la Tierra está inclinado unos 5° respecto a la eclÃptica, no siempre que hay luna llena o luna nueva se produce un eclipse.
PREDICCION DE LOS ECLIPSES
Los eclipses pueden predecirse de dos formas diferentes. La primera, que se hizo posible con el desarrollo de la informática, consiste en calcular con gran precisión las órbitas de la Tierra y de Júpiter, prediciendo asà las posiciones exactas de sus sombras y registrando los momentos en que las sombras se proyectan sobre el otro astro. La segunda forma, que es la que se ha utilizado desde la época de los asirios y babilónicos hasta nuestros dÃas, consiste en anotar las repeticiones cÃclicas de estos fenómenos.
Eclipse lunar
Eclipse solar
ECLIPSES EN EL SISTEMA SOLAR
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Los eclipses son imposibles en Mercurio y Venus, debido a que carecen de satélites. Pero sà podemos observar como estos planetas se interponen entre la Tierra y el Sol, lo que estrictamente se denomina tránsito astronómico.
En Marte, solo son posibles eclipses parciales, porque ninguna de sus lunas tiene el suficiente tamaño para cubrir el disco solar. Se han fotografiado eclipses parciales desde la superficie del planeta y desde vehÃculos orbitándolo. La visión de Marte desde la Tierra puede ser ocultada por la Luna de noche, lo que estrictamente se conoce como una ocultación.
Los gigantes gaseosos, que poseen muchas lunas, muestran frecuentemente eclipses. Los más destacados afectan a Júpiter, cuyas cuatro grandes lunas y su bajo eje de inclinación hacen los eclipses rutinarios.
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